jueves, 4 de junio de 2009

IUSPO BRIÑOLES Aurely
Educación, mención Filosofía
Seminario de Síntesis Filosófica
RODRÍGUEZ Julián Los Teques, 04-05-09

DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
Tema: "La trascendencia es una condición de la persona, que posibilita su estructura moral".
La trascendencia, tema de mucha polémica desde la antigüedad hasta el presente. Durante un recorrido histórico se percibe una forma de captarla. Desde una formación o lo que realmente te manifiesta una trascendencia, un ir más allá, donde se confirma o simplemente hasta negarla. Es por eso que el recorrido será un poco largo, pero que a través de la misma historia de la filosofía hallaremos la respuesta.
Trascendencia.
1. f.Penetración, perspicacia.2. f. Resultado, consecuencia de índole grave o muy importante.3. f. Fil. Aquello que está más allá de los límites naturales y desligados de ellos.
Trascendencia: Uno de los significados de "trascender" es el espacial, o fundado en una imagen de carácter espacial. Según ello, "trascender" significa <>. La realidad que traspasa el límite es llamada <> y las acción y efecto de traspasar, o simplemente de estar más allá de un límite dado, es la <>.
Desde el punto de vista primariamente gnoseológico el concepto de trascendencia desempeña un papel importante en cierto modo de concebir la relación sujeto-objeto. En la concepción del alma como <>, en el sentido, por ejemplo, de San Agustín, se habla de que el alma <>. Este modo de trascender se refiere también de algún modo al conocimiento de Dios que se obtiene cuando el alma deja de estar exclusivamente <>. Según la concepción gnoseológica de la trascendencia, hay también un trascender del sujeto, pero es hacia el objeto en tanto que objeto <> cognoscible. Se dice entonces que el objeto es trascendente al sujeto y que el sujeto puede alcanzarlo sólo cuando va <>. Así, la trascendencia gnoseológica del objeto presupone el trascender del sujeto hacia el objeto[1].
Estructura.
Según la Real Academia: (Del lat. structūra).1. f. Distribución y orden de las partes importantes de un edificio.2. f. Distribución de las partes del cuerpo o de otra cosa.3. f. Distribución y orden con que está compuesta una obra de ingenio, como un poema, una historia, etc.4. f. Arq. Armadura, generalmente de acero u hormigón armado, que, fija al suelo, sirve de sustentación a un edificio.
Se entiende por "estructura" algún conjunto o grupo de elementos relacionados entre sí según ciertas reglas, o algún conjunto o grupo de elementos funcionalmente correlacionados. Los elementos en cuestión son considerados como miembros más bien que como partes. El conjunto o grupo es un todo y no una "mera suma". Así, los miembros de un todo de esta índole cumplen los requisitos sentados por Husserl para los "todos": están enlazados entre sí de forma que puede hablarse de no independencia relativa de unos con otros y también de compenetración mutua[2].
Sujetos morales
Suponemos referida la moralidad a los sujetos humanos, pero entendidos, no ya como «espíritus», «conciencias» o «mentes» inmateriales o formales –perspectiva que excluiría su pluralidad–, sino como sujetos corpóreos, como organismos: la individuación multiplicativa tiene lugar precisamente por la mediación de la materia corpórea. Nuestros sujetos corpóreos son múltiples (la idea de un hombre único, Adán, es biológica y antropológicamente tan contradictoria como lo sería la idea de un triángulo con dos lados). Ellos constituyen una clase o conjunto definido [x1, x2, x3... xn]. Asimismo hay que dar por supuestos los caracteres inherentes a estos sujetos corpóreos en cuantos sujetos operatorios, en particular su actividad proléptica, su capacidad, por tanto, de planificar (respecto de personas), y programar (respecto de cosas), según normas; de construir, en suma, objetos normalizados. Los sujetos corpóreos con-formados por normas, en cualquiera de los dos contextos (distributivo y atributivo) en los cuales los consideramos y fuera de los cuales, por hipótesis, no pueden existir –por lo que los contextos son transcendentales– cuando actúan, mediante sus prolepsis normadas correspondientes, en función de esas virtualidades transcendentales de su existencia, se constituirían precisamente como sujetos morales y como tales podrían ser llamados personas, en su sentido moral. De acuerdo con esto, las obligaciones morales o los deberes éticos , habrán de referirse siempre a un campo de términos personales. No tendría ningún sentido hablar de una ética o de una moral referida a las cosas impersonales. Las cosas impersonales, es decir, todo aquello que se dispone en el eje radial del espacio antropológico. No son sujetos morales, salvo indirectamente: si debemos preservar incontaminados a los mares no será por su condición de partes de la Naturaleza –lo que equivaldría a convertir la ética en estética– sino porque ellos son necesarios para la vida humana. El orden moral y ético se constituye en el ámbito del eje circular y se extiende, según algunos, al eje angular. Es evidente que el concepto de un «derecho de los animales» es menos desproporcionado de lo que podría serlo el concepto del «derecho de las rocas»[3].
[1] FERRATER J., Diccionario de Filosofía. Tomo II. ARIEL: Madrid 1979,3565.
[2] IDEM, 1125.
[3]PELAYO GARCIA SIERRA, Diccionario Filosófico. Biblioteca de Filosofía en Español. htt://filosofía.org/filomat

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